Lionel Messi, uno de los jugadores más más talentosos del planeta-pelota, sigue firme en su sueño de pelear por primera vez la Copa del Mundo, único trofeo que le falta en la estantería de su DFL-2, y con el que se pdría retirar tranquilo el guau, porque habría ganado todo lo que se puede con una pelotita en las paturris.
Y todo gracias a que Argentina, con el chico bueno para la pelota, logró derrotar en los penales a Países Bajos, donde la albiceleste se impuso por 4 goles a 3 en los penales, tanda en la que tuvo una destacada actuación el goleo trasandino Leandro “Dibu” Martínez, pero que después se portaron como unos rotos de la shiet, al reírse en la cara a sus rivales… menos Messi.
Pura alegría
En todo caso, los albiceleste no la tuvieron fácil, porque los “enanitos naranjas” (por no decir países bajistas) se la pusieron difícules, porque a pesar de que Nahuel Molina y Lionel Messi pusieron a los argentinos en ventaja, la Naranja Mecánica se las arregló para empatarles el partido, y obligarlos a los penales.
Messi andaba enchufado y quería llevarse la victoria a toda costa, y la comenzó a abrochar a los 35 minutos de la primera mitad, cuando el “10” le mandó el medio pase a Nahuel Molina, quien definió cruzado para romper el cero.
Argentina siguió yendo en búsqueda de liquidarlo, y a los 27 minutos, Dumfries tacleó a Marcos Acuña en el área y el pito españo Antonio Mateu Lahoz cobró. Messi lo intercambió por gol, abrió los brazos y cerró los ojos como quitándose el medio peso de encima. ¡Gurú!
Empate del terror
Van Gaal se la jugó toda, y mando a Wout Weghorst a mearles el asao a los argentinos, y por medio de los pelotazos, a los 38 minutos puso un cabezazo para complicarle el panorama a la Escaloneta, lo que se terminó de complicar a los 55′, cuando el árbitro pitó un foul en el borde del áre. Weghorst aprovechó un rebote y mandó la pelotita al fondo de las redes, decfretando el empate… Y los penales.
El héroe
En los penales apareció el grandote Martínez, el Dibu, para poner en orden las cosas. Atajó dos penales: a Virgil van Dijk y Steven Berghuis. En tanto que Lionel Messi y Leandro Paredes anotaron, también Gonzalo Montiel. Enzo Fernández puso el suspenso , pero Lautaro Martínez encaó el último… ¡Y a celebrar!
¡Rotos de mie…!
Fue un partido entrete para los espectadores y los millones de televidentes, hasta que los che mostraron la hilacaha, a la hora de festejar la victoria. Y, al contrario de otros equipos quienes junto con festejar, saludan a sus contrincantes, esto no se vio en este partido.
Y todo porque fue un partido caliente, mundialero, con cruces de dimes y diretes entre neerlandeses y trasandinos. Pero generalmente, terminados los partidos, todo eso queda en la cancha, como parte del juego.
Al momento de anotar Lautaro Martínez el pejnal decisivo, el resto de jugadores de la Albiceleste partieron a celebrar y de pasada corrieron hacia sus rivales y les enrostraron la victoria con burlescas muecas y gritos. ¡Digno de pichanga de barrio!
El único que no lo hizo, y que optó por dirigirse directamente a abrazar al portero ‘Dibu’ Martínez, fue Lionel Messi.
Fea la actitud, por la cual la señora FIFA estaría pensando seriamente en castigar a la albiceleste, por ser claramente una actitud antideportiva, fea, rasca, y que empaña lo conseguido con sacrificio en la cancha. Mal.
