La Cibernews- Tostado Don Francisco por trato a un discapacitado en el aeropuerto de Santiago.

Hasta en El País salió reclamo de Don Francis al aeropuerto de Chago City…

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“¿El poder del viejo, don Floro, ha?”, le comentaba, y con respeto, un lector a nuestro insigne calumnista acerca de la “patá” que dejó una carta a El Mercurio del animador pop #Don Francisco, para reclamar, tostado, por el trato recibido por una persona discapacitada en el #aeropuerto de Santiago, cuando a éste literalmente lo mandaron a buscar una silla de ruedas ¡a tres kilómetros de donde estaba!

Y el comentario se fudamenta nada menos en que la situación denunciada por el creador y conductor del otrora programa pop #Sábado Gigante que el piteo salió hasta en la prensa internacional, porque el medio pepe -que tenemos el privilegio de leer por #Internet-, se hizo eco del reclamo y lo consignó en sus noticias destacadas.

¡A 3 kilómetros!

El asunto es que el respetado animador -que ya peina canas a sus 82 abriles-, (no como el editor de este modesto medio, que está pelado), se encontró con que a una persona que había reservado una silla de ruedas para trasladarse hasta la zona de embarque, lo mandaron al otro extremo del recinto aeropotuario ¡a buscarla él mismo!

Y eso no sería nada, porque podría haber ido la persona que iba con él, pero el adminículo rodante sólo se lo entregan ¡al que lo va a usar 🤦🏻 y no a su acompañante! Y eso quedaba nada menos que a 3.500 pasos, o sea, tres kilómetros, y todo esto visto por el mismo #Don Francis. ¡Se cocinaron!

Fue el mismo animador que acompañó -con mucha dificultad-, relata en su reclamo, al interesado, para retirar y poder utilizar el artículo rodante. ¡Se pasaron!

Disculpas a Don Francis

El Aerpuerto de Santiago, según relata el medio, se comunicó con Don Francis para explicarle cómo opera el tema, que es ocupado nada menos por unos 20.000 pasajero al año, (¿Se imagina a esa cantidad caminando 3.500 pasos para retirar la bendita silla?) y que en el caso del pasajero afectado, “fue un problema de comunicación”.

Lo cierto es que además lo invitaron para que, junto a la Teletón, revisen los procedimientos con las personas con discapacidad para poder adaptar los protocolos y atender de buena manera a los ciudadanos que necesitan ayuda para su desplazamiento.

Lo único que no sabemos -al menos en LCN-, es si el Aeropuerto de Santiago se disculpó con el pobre caballero, que después de ir a buscar la silla quedó más cansado que abuelita corriendo una maratón.

¡El viejo con poder, don Floro ah! ¡Pero con respeto!

Recuadro
“Viajera frecuente” se queja de lo mismo…

LCN quedó inquieta con el tema y salimos a buscar a algún usuario del servicio de sillas de ruedas en el Aeropuerto de la Fotocopia Feliz del Edén. Hablamos con la Soa Sara, tiene 70 primaveras, sufre de artrosis y neuropatía y es viajera (y usuaria) frecuente del sistema.

Esto fue lo que nos dijo:

“Mire mijita: A mí me han hecho ir a buscar la silla un montón de veces, porque dicen que no tienen gente para que haga esa pega. Al final, te hacen caminar el triple de lo que hubiese caminado para subirme al avión. ¡Incluso, una vez me desmayé con el dolor de tanto caminar…!

-¿Y cómo es el procedimiento, Soa Sara?

“Cuando eres discapacitado, tienes que llegar y chequearte. Si tienes suerte, te van a buscar, te suben a la silla y te llevan al sector de discapacitados. Ahí te sientan en un sector donde tienes que esperar hasta que te toque el embarque”.

“No te atienden”

“El sector de atención a los discapacitados queda en la entrada de la sala de embarque, y queda super distante de los counter. Entonces, cuando no tienes suerte y te toca ir a buscar la silla de ruedas, llegas ahí y típico que no hay gente que te atienda.

El trato es super fome. En una ocasión no había gente y me tuvieron que embarcar ¡entre tres personas, mijita por Dios! Una me tomó de un lado, la otra del otro lado y una niña me tuvo que llevar el bolso de mano porque no llegaron nunca a buscarme y casi perdí el avión. Esa fue la última vez que viajé sola porque cuando llegué al avión llegaba a llorar del dolor...”, contó la sufrida pasajera frecuente.

La Soa Sara terminó su relato piteando contra los que deben ayudar a la gente discapacitada, y chupeteó que “tienes que esperar caleta. Los que están a cargo son personas super desagradables e indolentes”. 
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