Marruecos no pudo con la Selección de Francia, que venció al combinado norafricano por 2 goles a 0 y se ganó su paso a la segunda final consecutiva de la Copa del Mundo para defender su título frente a la Escaloneta trasandina, que en la jornada anterior dejó en el camino a los croatas.
Los dirigidos por Didier Deschamps aseguraron el porcino tempranito, porque a los 4 minutos de iniciada la pichanga, tras una arremetida por la derecha de Griezman que centra, la defensa marroquí bloque un chimbazo de Mbappé que rebota hacia la izquierda y Theo Hernández la agarró para batir a Bono. 1-0.
Marrueco quería pero…
El zambobazo franchute dejó por un rato desconcertados a los africanos, que no atinaban con la pelotita en los pies, por lo que los del Sena se acercaron peligro hasta el área rival, pero sin lograr aumentar el marcador para asegurar el partido.
Poco a poco, y con el aliento generalizado del estadio, los rojiverdes comenzaron a afinar su juego y acercarse al arco europeo. Sin embargo, y a pesar de que sus asonadas llevaban peligro, no lograron nunca inquietar realmente a la zaga francesa, cuyos defensores conjuraban todas las arremetidas contrarias.
El primer tiempo terminó con la ventaja europea, y ya en la segunda fracción, los ataques marroquíes se sucedían con frecuencia porque querían llegar por primera vez a una final del Campeonato del Mundo. Pero los de Deschamps no tenían ninguna intención de dejar escapar su segunda final.
¡Touché…! La estocada final
En un estadio donde el apoyo mayoritario era para los norafricanos, y la ilusión con cada arremetida de los marroquíes que buscaban el empate, crecía, hasta que en el minuto 79, al igual que lo hizo Leo Messi en el partido contra Croacia, Kylian Mbappé se mandó un jugadón, en el que dejó pagando a lo menos tres o cuatro moroco topos, le dio un pase de lujo a Randal Kolo Muani quien cruzó a bono, y a cobrar. 2-0
En las graderías, la parcialidad no alcanzaba a contener su pena, y en muchos rostros las lágrimas afloraron en los rostros de la hinchada, porque su equipo no logró el ansiado objetivo, mientras que, en contraste, la hinchada gala rebosaba de alegría, por los próximos 90 minutos, que podrían mentenerlos como los jerarcas del fútbol mundial.
