Especial Con el Voto en la Mano
Cómo se gana en las elecciones de hoy.
Depende de cada partido o alianza. Algunos pelean el primer lugar, otros se conformarían con no ser últimos
Escribo esto antes de que comiencen los conteos, mientras la tele dedica su tiempo a importantes informaciones, como las razones de los que se excusan de votar y si hace frío en los lugares de votación.
La idea es definir antes de conocer los resultados cuáles son los objetivos de cada agrupación, para poder definir quién gana realmente. Porque una vez que se saben los escrutinios, todos los partidos se declaran ganadores y explican lo bien que les fue. La típica, al equipo al que le ganaron explica que venían a perder por poco.
Acá se trata de conocer las metas antes, para saber quiénes realmente las alcanzaron y quienes están, como es usual en todas las elecciones, cantinfleando los resultados obtenidos.
Comencemos por la Lista A, el Partido de la Gente, que resultó golpeado un par de días antes de la elección cuando se descubrió que una de sus candidatas fue condenada por narcotráfico. El partido de Franco “papito” Parisi se podría declarar ganador si junto a las listas C y E (Republicanos y Chile Seguro) logran superar los tres quintos de los consejeros electos, con lo que podrían imponer sus posiciones en la futura constitución. El PPG superó el 10 por ciento de los sufragios en la pasada elección presidencial, por lo que también podría declararse ganador si anda cerca del 15 por ciento o más de los votos.
La Lista B, Todo por Chile, la centro izquierda, está integrada por la DC, los radicales y el PPD, que llevan de candidatos a Carmen Frei, el “chico” Zaldívar y otras figuras emergentes. Según las encuestas este lote es candidato para salir quinto entre cinco, así que cualquier otra posición sería un triunfo (si son penúltimos destapan champaña). También, si logran impedir, junto a la Lista D (Unidad para Chile), que la derecha obtenga los tres quintos, sería un gol. Para el PPD sería bueno, además, que su presidenta, Natalia Piergentili, resulte electa.
Sigue el gran cuco de la elección, la Lista C, los republicanos. En teoría debería ser la tercera fuerza del país, luego de la derecha tradicional y la izquierda; pero hay sondeos que aseguran que los rubicitos de Kast podrían meterse más arriba. Este grupo puede celebrar si es parte de los tres quintos; pero también vale cuantos consejeros obtiene en comparación con la Lista E (Chile Seguro), su rival por el voto derechista.
La Lista D, Unidad para Chile, es la izquierda (la vapuleada coalición en el gobierno, los chicuelos de Boric y sus socios asociados socialistas). Para ellos impedir que la derecha logre los tres quintos ya sería un triunfo; además, ser la segunda fuerza más votada también resultaría un logro. Se estima que en esta vuelta podría verse fortalecido el Partido Comunista, con eso celebrarían los rabanitos porque le daría más peso dentro de su alianza.
Cierra el conteo la Lista E, Chile Seguro, la derecha clásica (UDI, RN y Evópoli, que incluye democratacristianos arrepentidos), candidatos a ser la primera fuerza electoral. Además de lograr la mayor cantidad de votos, para ellos el triunfo sería lograr los tres quintos. Es el gran blanco de la elección: para ellos sería una derrota que se le metan los republicanos por la derecha o los boricistas por la izquierda, pero además que Parisi y la Abuela le quiten votos en los sectores no partidistas que apoyan posiciones más conservadoras.