Una emotiva despedida le dio la comunidad de Quilpué a la suboficial mayor Rita Olivares Raio, asesinada la madrugada del domingo cuando un grupo de malditos que intentó robar en un domicilio, huyó de los carabineros, disparando a diestra y siniestra, e hirió mortalmente a la policía.
A su funeral, que se llevó a cabo a mediodía del martes 28, asistieron vecinos de la comuna en gran cantidad, amigos, familiares y sus compañeros del Cuerpo de Carabineros, quienes quisieron despedir a la compañera caída en el cumplimiento de su deber.
“Fue una heorína”
Hubo sentidas palabras en su despedida. La primera en tomar la palabra fue su ex compañera, Alida Zambrano quien, emocionada, recordó los inicios en la Escuela de Formación; su hermano, Raimundo Olivares, quien contó de la relación con su hermana y su familia; Luis Tapia, su compañero de vida, quien resaltó el inmenso amor de “Andrea, como le gustaba que le dijera”, por sus hijos.
Fue su hijo Sebastián que terminó la ronda de oradores, y en sus palabras resaltó emocionado que “nos arrebataron a una madre, a una hija, a una hermana, a una pareja, a una heroína, que siempre lo dio todo por nosotros y los demás”, lo que hizo surgir el aplauso espontáneo de los presentes.
Tras las alocuciones y la interpretación de cánticos religiosos por coros de la institución, el capellán evangélico de la Prefectura Marga Marga, Vladimir Retamales, hizo una reflexión final, tras lo cual vino el momento de la despedida de honor con tres disparos de salva , el toque de silencio de una trompeta y la interpretación por parte del Orfeón de la institución de la marcha fúnebre, en un silencio respetuoso.
Escuadrón de honor
La oficial fue despedida con una ronda de tres salvas, percutadas por un escuadrón de honor integrado sólo por carabineras, que tuvieron a cargo la ceremonia que se realiza cuando un uniformado es despedido en su última morada.
De la misma manera, el Orfeón de Carabineros interpretó la marcha fúnebre, y un trompetero interpretó el “Toque de Silencio” para honrar la partida de la sargento segundo Rita Andrea Olivares en su última morada, en presencia de a lo menos un centenar o más de gente que asistió a la ceremonia.
Tras la inhumación de los mortales restos de la carabinera, un escuadrón de aspirantes a oficiales salió marchando al son del himno “Camaradas”, interpretado por el Orfeón, sellando así un simbólico adiós a la mártir de Carabineros.
Invitado
Cabe consignar que además entre los asistentes al funeral de la sargento Olivares estuvieron altos oficiales de la institución, y además el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, al parecer invitado por la familia, quien habló brevemente con la prensa que cubrió el funeral, y se retiró rápidamente del camposanto Sendero de Quilpué.
