La Cibernews - Agustín Bouzat, el argentino que viene a refozar el ataque albo.

Agustín Bouzat llegó a Chile con la “bendición”, de Quinteros y de los hinchas de Vélez

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El primer refuerzo que logra Colo Colo esta temporada, Agustín Bouzat, ya está en Chile, dispuesto a jugar y “darlo todo” por el equipo albo. El extremo, que juega por la derecha, arriba al equipo albo con la “bendición” de Gustavo Quinteros, y también de los hinchas de Vélez Sarfield, quienes “agradecieron” al albo por traérselo a Chile.

El papá mono en Colo Colo, Gustavo Quinteros, había adelantado, tras el partido con Temuco, donde los albos ganaron 5 a 1, que el argentino ya estaba listo, con los exámenes médicos cachilupi, y que sólo esperaban que llegara lo antes posible al Cacique.

Bouzat llegó hoy a la Fotocopia Feliz del Edén para ponerse a las órdenes del técnico, “listo para jugar”, porque, afirmó, vengo con ritmo de entrenamientos y de partidos. Estoy listo para jugar”, aunque su presencia ante Inter depende de Quinteros.

“Bendiciones” de los hinchas

El argentino tiene 28 años, es extremo por el sector derecho, viene proveniente de Vélez Sarsfield, donde disputó 140 partidos, convirtiendo 12 goles y entregando 6 asistencias, y fue compañero de Juan Martín Lucero, por lo que algo sabe del club donde llega.

Sin embargo, los hinchas de Vélez no dieron buenas referencias del pelotero, y se despidieron de él “agradeciendo” a Colo Colo por sacarlo del club, donde -al parecer-, no aportaba mucho.

Según La Cuarta, los ché estaban felices de verlo partir, y dedicaron frases como “Gracias por -sólo- correr. Buen viaje, Chiqui, el alérgico a la gambeta, el gol, el pase, etc. El primer extremo NO bravo”. “Vamos a extrañar tus pases atrás en el área contraria y desarmar el poco ataque que tenemos”. “No puedo dejar de sonreír pensando en que Bouzat se va a ir de Vélez”, mientras que otro usuario no dudó en declara que: “Hoy es el día más feliz de mi vida”.

¿Será otro “Blandi” en el Cacique”? Habrá que esperar qué muestra el trasandino antes de juzgarlo tan duro, como lo hicieron sus compatriotas.

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