“Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…”, decía el comienzo de La Guerra de las Galaxias, un éxito mundial del cine, incluyendo Chile y toda Latinoamérica. Pero era una película muy estadounidense, en las galaxias eran todos gringos. Luke Skywalker tiene el cabello rubio, Han Solo era claramente caucásico, la princesa Leía tenía la piel blanquita. El único negro, además, los traicionó.
Pero ahora viene la revancha. Dos spin off, como dicen los siúticos; historias derivadas decimos nosotros; que tienen protagonistas que son de nuestro subcontinente, que son latinoamericanos.
El primero es Andor, la serie que es una precuela -que cuenta los sucesos anteriores- de la película “Rogue One”. El protagonista de la serie, quien también aparecía en la película, es Diego Luna, un actor mexicano.
El segundo caso es “Mandalorian”, la serie que ya lleva tres temporadas, la tercera se acaba de estrenar el 1 de marzo, y que cuenta con millones de seguidores en el mundo. Como todos saben, se trata de un cazarrecompensas que decide proteger a Grogu, “Baby Yoda”, un niño verde que algo tiene que ver con el destino del universo. El actor principal, aunque se nota poco, porque solo se saca el casco cuando lo hieren, es el chileno Pedro Pascal, a quien también aparecía en “Juego de tronos” y “Narcos”.
Puede sonar patriotero, pero es relevante que sean latinoamericanos los que estén ahora en las guerras de las galaxias. Ya no son solo gringos, también hay héroes de pelo oscuro, que si en algún planeta les hablan en castellano sabrían contestar. Va a ser entretenido cuando, alguna vez, Andor le diga a un soldado del Imperio que se vaya a chingar a su madre. Y en Chile vamos a salir a celebrar a la Plaza Baquedano cuando el Mandalorian, en el momento que traten de secuestrar a “Baby Yoda”, les diga que se vayan un ratito a la concahdesum…
