La Cibernews - Este es uno de los simios que interrumpió la fiesta universitaria en el Ester Roa

A bengalazos, awe… de siempre obligaron a suspender el clásico universtiario

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Con un árbitro con un trauma acústico y un camarógrafo de TNT Sports afectado trambién por un cuetazo de una bengala que le cayó muy cerca, el clásico universitario fue suspendido por decisión de las autoridades, al no existir las condiciones de seguridad para desarrollar la “fiesta” futbolera entre la Universidad Católica y la Universidad de Chile.

Y todo por culpa de un grupo de delincuentes que desde el inicio del partido en el estadio “Ester Roa Rebolledo”, de Conce, comenzaron a dar jugo, aunque a esas alturas las bengalas y los cuetes no los lanzaban hacia la cancha, aunque en esos minutos el arquero del equipo “local”, Cristóbal Campos, recibió un “cariñito” de los mal llamados “hinchas”.

El minuto fatal

Fue en el minuto 31 cuando comenzó a quedar la ca… embarrá. Un verdadero “bombardeo” de bengalas se vivió en esos minutos, una de ellas explotó muy cerca del cuarto árbitro, Diego Flores, causándole un trauma acústico. Asimismo, otro artefacto cayó cerca de un camarógrafo de la transmisión oficial y posteriormente, a un carabinero le rebotó uno de estos artefactos en el casco y en el hombro.

La Cibernews - Una toma donde se ve claramente que no son hinchas, sino delincuentes.
Claramente no son hinchas, sino simios descerebrados.

Ante lo anterior, el árbitro Francisco Gilabert tomó el balón y corrió hacia la posición del cuarto árbitro y sin dudarlo, se retiró del campo de juego mientras los bengalazos continuaban cayendo al campo de juego y hacia donde estaban las bancas de ambos equipos y los trabajadores del estadio.

Agarraron a uno

Los descerebrados no pararon hasta que se detuvo el espectáculo, cuyas “bombas” venían nada menos que desde las tribunas, donde parte de los más de 20 mil espectadores observaban tranquilamente el partido y hasta donde accedieron los simios forzando las rejas y para apostarse en el lugar y agarrar a bengalazos para todos lados.

Mucha gente apretó cachete ante la violencia de los delincuas, y cuando ya bajaba la intensidad de las acciones, los malditos arrancaron a perderse.

Pero los verdaderos hinchas agarraron a uno y, literalmente, se lo lanzaron a la policía hacia un toldo, donde los uniformados lo agarraron y le dieron -y no consejos-, al pelotudo. En tanto, la seguridad contratada y Carabineros, presuntamente agarraron a otros cabeza de caca fuera del estadio.

Suspendido y sanciones

Pasada ya casi una hora, las autoridades decidieron que no estaban las condiciones dadas para continuar el partido. En la reunión estuvieron presentes el delegado presidencial, la jefa de Estadio Seguro, el alcalde de Concepción y autoridades de los clubes y de la ANFP, para tomar esa decisión.

Ahora, la Universidad de Chile seguramente sufrirá las penas del infierno, más de las que ya sufría, es decir, no jugar con hinchada visitante. Además de las sanciones económicas que, seguramente, va tener que enfrentar el club.

¿Y el partido?

Ah, el partido estaba entretenido, y la Universidad de Chile le había tomado la manija (qué paradoja) a la Universidad Católica, y los azules jugaban bastante bien… ¡Plop!

La familia fue a ver a la U. Los de “siemrpe”, no los dejaron.
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