¡Terrorismo en Curicó! ¡Van a subir las tortas curicanas! ¡Se agota el charquicán y el medio pato de chicha!, fueron los primeros pensamientos de los vecinos de la sureña ciudad, cuando a eso de las 11.00 de la madrugada del lunes, se supo de un posible atentado terrorista, por el estallido de una presunta bomba al interior de la oficina de Chilexpress, ubicada en el mall de la ciudad.
La confusión inicial provocó que la gallada en la ciudad se pusiera de una a copuchar qué había pasado en el preciado centro comercial, si habría víctimas fatales o a cuánto ascenderían los daños materiales en el recinto comercial.
De carreritas al baño
Sin embargo, del susto inicial se pasó a la incredulidad, luego que el fiscal Juan Pablo Araya junto a personal del Gope de Carabineros, descartara un supuesto ataque mayoneso y explicaran que todo fue un susto que sufrió el empleado que hizo el descubrimiento que lo dejó de carreritas al baño, y que provocara el inmediato llamado a Carabineros.
El capitán Héctor Fuentes explicó que el susto se lo llevaron al abrir la cortina de hierro del local, momento en el que emanó un fuerte -y desconocido- olor desde el interior (saaaaaa), por lo que dieron aviso a personal policial, quienes ,al ingresar se percataron de la explosión de unas cajas y la presencia de un líquido pegajoso.
Lo anterior hizo que los uniformados tomaran contacto “con la Fiscalía local de Curicó, (la) que instruyó que personal del GOPE realizara las pericias pertinentes conforme al área de conocimientos técnicos para evitar que algún líquido acelerante pueda provocar alguna otra explosión“, parló el oficial Héctor Fuentes.
No era ná… Era chicha
La llegada de los especialistas con más olfato del GOPE -para tranquilidad de la ciudadanía-, permitió descartar que se tratara “de algún líquido acelerante”, y pusieron manos a la obra para identificar el misterioso líquido que emanaba del par de cajas, pero que, a todas luces, “no se trató de ningún explosivo en el interior del local“.
Finalmente, fue el fiscal Juan Pablo Araya quien sostuvo que las conclusiones de la rápida investigación realizada por Carabineros del Maule, dieron cuenta que “una encomienda con dos botellas de chicha de manzana”, se reventó al fermentar éstas por las altas temperaturas.
Es decir, la “bomba” el daño más grande que hubiese provocado, habría sido el medio olor a “18”, y le habría faltado el aroma a anticuchos y empanadas…
No faltó el copuchento que dijo que Don Floro había partido raudo a reportear, para averiguar de dónde era la chichita que se había perdido en el lamentable incidente…
